World of Guns Disassembly: tu videojuego soñado de armas para frikear a gusto.

World of Guns Disassembly: ¿Pero de dónde has sacado esto, cacho enfermo? Os explico.

Todos hemos jugado a juegos en los que las armas intervienen, en los que las disparas, las crafteas (modificas, pero en inglés, que mola más), y en los que consigues el chisme más grande de disparar para hacer más daño y que la explosión sea más vistosa si cabe. Vamos en los que te pones tibio de disparar a malotes.

Pero en ocasiones, muchas, si eres un friki de esto, te preguntas: ¿hay algún juego que puedas montar y desmontar alegremente? En mi caso, lo encontré casi por casualidad. Suelo ver un canal de Youtube de curiosidades, bien llevado, cuyo autor responde al nombre de Tri-line. En uno de sus vídeos sobre los logros más difíciles de los videojuegos, hablaba del puzle de 90 días de un juego (luego os lo cuento). Concretamente en este vídeo y sobre el videojuego del que ahora voy a hablaros: World of Guns Disassembly.

En este juego puedes montar y desmontar armas, disparar, ponerles chismes, ir al campo de tiro, montarlas y desmontarlas en tiempos récord, ser desafiado a reconocer múltiples armas por su nombre y modelo en tiempos determinados, desbloquear más armas, sumergirte en la locura de desmontar un cañón de más de 500 piezas mecánicas y hacer todo tipo de burradas. O casi.

World of Guns Disassembly es un juego vía App, Facebook Games y Steam de Noble Empire, y es exacto y preciso hasta la enfermedad. Es para amantes de los puzles en 3D y de las armas, de los juegos de memoria y de los retos de tiempo.

Hasta la fecha de la publicación de este post, tiene 170 modelos de armas que permite montar y desmontar, pintar y disparar, organizados en un mapa conceptual que vas desbloqueando progresivamente conforme acumulas puntos de experiencia o de un solo tirón por una suscripción de 45€ al año. Vale, no es barato desde luego, pero por ahora, para un enfermo de las armas como yo, me sale a cuenta: Desbloqueo el mapa completo, puedo desmontar todas las armas y además, disfrutar de los nuevos modelos (incorporan entre dos y tres al mes). Y traeros este post tan majo. Si es que es para quererme.

peaso de mapa hoyga

Este mapa está más completo que el de la familia Bolsón.

 

¿Queréis saber más? En esta dirección tengo el resto de la entrada. Venid, que os va a gustar…

http://conlasarmasyaloloco.com/world-of-guns-disassembly/

Luger P08 o el mal hecho pistola

Es curioso. Lo de las armas digo. Lo queramos o no, siempre las asociamos a los personajes que las llevan. Y en este caso hablo de una cuyo perfil único está asociado con el mal mas puro, habido y por haber, peores que un dolor de muelas un sábado por la noche o un informe inacabado de 300 paginas para el lunes por la mañana: ni mas ni menos que la pistola nazi por excelencia: la Luger P08.

La pipa del nazi. Seguro que a estas alturas ya sabéis de cuál hablo. Y es curioso que aun habiendo tenido varias pistolas más en servicio, esa, particularmente, la vemos como una pieza siempre asimilada a los malos de cualquier tipo. Pero tienen que malos muy malos.

Luger P08

Luger P08, versión de lujo, tan brillantita, tan mona, con dorados, como nos gusta a los refinados. Más mona que un aria de Wagner, según su autor… y grimosa.

Luger P08 clásica

Luger P08 versión cochambrosa, vieja, gastada, áspera, dura, como los alemanes del chiringuito (sólo que no está quemada por el sol).

La Luger P08,con su áspero  puño inclinadisimo, sus dos «redondelitos» que formaban parte del tirador que montaba el arma y si guardamontes redondo. Pura maldá.

Cráneo Rojo la usó.  Porque los nazis de las pelis tienen esa cualidad de matar al tuntún y casi con arte flamenco, muy de movimiento de muñeca.

Y es que si el Führer no te da una P08 es que no eres lo bastante malo.

[…más, aquí…]

De tipos duros y chicas duras: ellos, ellas y sus armas

Que el cine está salpicado de tipos duros y chicas duras que esgrimen armas tochas, es un hecho. Desde los inicios primigenios del gérmen de las pelis de acción hasta las más actuales, con millones de encuadres por segundo donde nos saturamos de tiros, explosiones, machosidad (y feminosidad, afortunadamente, cada vez más), y acrobacias imposibles, el plano maestro siempre ha sido el de el tipo duro con la frase ácida o la chica dura con tono despectivo y seco.

A lo que vamos: armas. Los tipos duros en el cine han tenido un arma que los han marcado, o con la que se les recuerda con especial atención, aunque hayan llevado varias. Vamos a ver unas cuantas, que esto siempre es divertido y, si os animáis, podéis añadir las que os gusten y hago un corolario o un segundo post.

Así pues, chan, chan, chaaaaaan:

TIPOS DUROS EN EL CINE Y CHICAS DURAS

(Porque sin mayúsculas la entradilla no queda tan guachins).

Venimos hablando de eso, de tipos duros, de los de verdad, los pistoleros, héroes y desgraciados que, con su pipa y ciéntones de balas en un cargador de 15 o menos; los que liquidan un edificio entero de terroristas, o media selva con un arco y seis flechas, y hacen un destrozo de matadero con una M60 y sus dos… razones y una cinta de balas; o bien eliminan amenaza tras amenaza en películas ochenteras que parecen hechas con la misma plantilla palomitera.
Mencionaremos unos cuantos, no caben todos, pero eso sí, clarificando: con armas de fuego, ya sean pistolas, pistolones, cañones o que lancen las balas a puñados (que los hay, claro), que los hayan definido.

1. Sylvester Stallone en RAMBO

Las cuatro. Más las tres primeras, pero las cuatro. Rambo muestra en sus películas caracterísitcas que podemos ver y resumir:

1. Rambo suda y tiene armas: Porque el personaje de John Rambo, duro veterano de nosécuantas guerras, escaramuzas y torturas, es un tipo duro en el cine como pocos. En los 80 SE SUDABA, señoras y señores, e ibas descamisado para demostrarlo.

2. Rambo es perseguido o lanzado a rescatar gente, y tiene armas: porque John Rambo es el pupas que reparte tortas y, además, va de un lado a otro llamando más y más la atención y liándola más y más parda. ¿Y qué hace falta para todo eso?

3. Rambo tiene armas. Porque parece que las colecciona, el home, y que las colecta por cada esquina de la selva o bosque donde se encuentre haciendo el macarra.

En las pelis de Rambo aparecen armas a millón: rarunillas, distintas y algo exóticas. Pero si por algo se recuerda a Rambo, sin dudas, es por… ¡tachán! ¡¡La M60 y su cinta de balas!!

tipos duros en el cine: Rambo

El bueno de Sly en sus años rebeldes repartiendo balas por el mundo, como un buen home. Atrae problemas como los veganos comentarios maliciosos.

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Armas con nombre

¡Ahora nuevo post en la página ofisiá de Con Las Armas y a lo Loco!

Cuando hablamos de armas especiales no siempre nos referimos a armas experimentales, calibres aberrantes o diseños espectaculares. Algunas son especiales porque son propias, son únicas: tienen nombre. Son como el gato, o el perro. O ese primo lejano del que no te puedes deshacer aunque quieras porque la ley prevé cosas sobre asesinatos y otras tonterías.
Son armas que se alinean con la personalidad del personaje: si es chungo, aumentan la chunguez. Si es bruto, la bestiajez. Y así. Realmente son un complemento y una extensión que aporta un trasfondo. Si el Cid hubiera llevado una Gatling en lugar de dos espadones la habría llamado la RotatoriaEsparcecarnes, o alguna cosa similar. Claro que imaginarlo a lo Jonah Hex en lo alto deBabieca realmente tiene su punto…

Sobrenatural (serie)

Que los hermanos Winchester son un par de bestiajos cazadores matabichos, no es ningún secreto. Que con cada fin de temporada invocan un nuevo apocalipsis, tampoco. Y que una de las armas mísiticas que tienen que usar sea una pistola con nombre, es sólo un aporte más. Que no es un nombre complicado, no os vayáis a creer. No la llevan siempre, pero el peso del nombre se hace notar… ejem… con todos vostros: EL COLT.
Vale, se han partido. Deslomado.

The Colt. Colt Paterson de Sobrenatural. Pero mira que es feo...

El Colt, un modelo Colt Paterson pero preparado para cartuchos en lugar de avancarga. Mata demonios, espanta meigas y es feo como un ripio. Y el gatillo no pasa de gatito de teta. Pero en manos de los Winchester hasta una chincheta es letal. Sobre todo una chincheta.

Y con semejante… ehm… cañón, los chicos Winchester la lían parda, abren el infierno, la usan de llave, y se lían a tiros. Eficaz, toda una autoridad (no os perdáis el capítulo donde van al pasado, al legendario far west), y temida por demonios, mostros y otras guarrerías que pululan por la serie.

 

[Hay más en conlasarmasyaloloco.com]

 

 

 

Pelis Armadas

En esta ocasión, pasamos del análisis de armas en películas, series y videojuegos a… ¡¡chan, chaaaan!! ¡Recomendaciones de pelis con muchas armas! Pero intententando que la peli sea medianamente buena, no nos vale con que tenga una simple acumulación de pistolones y cañonazos para justificarla. Algunas, sin duda, ya las conoceréis y hasta las habréis visto mil veces. Intentaré poner unas cuantas algo menos conocidos, pero con la caterva de frikis que suelo reunir, está difícil. En esta ocasión me centro en cinco, pero si alguien me lee y quiere poner alguna más que la escriba en los comentarios y haré otro post al pelo.

 Empecemos con un buen montón de armas:

Ases Calientes

Smokinacesposter.JPG

Reúne una ingente cantidad de armas por fotograma. Pistolas, subfusiles, subametralladoras, rifles antimaterial, Chris Pine haciendo el bandarra con los hermanos nazis…

Chris Pine en Ases Calientes haciendo el bandarra

Os juro que este tipo engorrinao es el futuro capitán de la Enterprise. Todos tenemos un pasado: niños, id al instituto y podréis capitanear una nave hiperespacial.

No os destripo nada, de hecho me niego a hacer sinopsises: tiros, un argumento que más o menos, y balas como si fueran gratis, tiros hasta a través de las paredes (literalmente), Alicia Keys que cambia el piano por una Jericho 941 y sangre como si fuera el día del donante y se hubiera derramado todo.

¡Tenéis más en el nuevo blog! (Me he mudado, ahora con dominio propio)——> Con Las Armas y a lo Loco  

Darksiders, o la virtud de las armas tochonas

Hace unos días acabé el videojuego Darksiders, del cual jugué la secuela antes que el primero. Cosas que pasan.

Normalmente no hago críticas de videojuegos, me dedico a las armas, las cosas que disparan, cortan o pinchan y que hacen pupa. Mucha pupa, cabe añadir. Y que normalmente son más o menos reales, o tienen referentes reales. La cuestión es que se me despertó el gusanillo. Pero el bueno, no en plan goaul’d, un bichejo asqueroso alojado en la espina dorsal, sino más bien en plan «va Donser, los dos juegos están muy bien. Hay demonios, zombies, bichos, poderes, y ARMAS. Escribe algo en el blog de las armas, que para eso está tu blog y lo has abandonado este verano en el que casi te derrites… A fin de cuentas se llama ‘Con las armas  a lo loco’. Dónde salgan las armas es irrelevante». Así que, me he puesto a escribir de ello.

Sinopsis rápida.

El juego tiene unos años, pero no voy a spoilearlo alegremente, aunque hay montones de guías y demás que te ayudan si lo necesitas.

Darksiders:
En el juego, el primero, te pone en el papel de Guerra, el jinete del Apocalipsis. Ya sabéis, dolor, mucho dolor. Eres grande, silencioso, te han tendido una trampa y ahora tienes que pulular por una Tierra destruida para redimirte. Más o menos. No ahondo.
La cuestión es que, como Guerra, tienes un espadón (ya recordareis el Apocalipsis, con aquello de «y se abrió el sello, caballo rojo, y se le dio una gran espada»). Más o menos. Total, que lo de la «gran espada» se lo han tomado en serio. Un espadón como sólo pueden diseñar los japos, grande, hortera, un bicharraco bestial:

«Y con este peazo hierro pulularás en los videojuegos y la liarás muy parda…» Evangelio según Donser.

Vas ganando poderes por el juego, pero tu arma principal es el pedazo de hierro este, la mítica espada de Guerra. Al ser un juego de tipo Hack and Slash (muerte, destrucción, muchos enemigos, bichos enormes, algo de plataformas, y machacarlo todo a tu paso. Un perfecto entretenimiento de sábado, vamos…) vas arrasando como un bruto todo lo que encuentras a tu paso, y la espada cumple como debe.
Transitas por varios mundos, arrasas un montón de lugares, matas zombis, demonios y otras aberraciones gracias a ello, a esa pedazo de espada, cuyo vaceo está lleno de caras agónicas y medio derretidas. Muy gore todo.

Pura artesanía Nephilim. Ahora con posavasos.

Pero no contentos con eso, también vas dando toñas con algunos cacharros adicionales que te van dando, y que complementan tu capacidad de dar tortas. Por un lado tenemos el cacharro de tu hermano, Muerte. La Cosechadora. Una guadaña enorme, irregular, bestial, grande como un demonio.

La guadaña de Muerte, a Cosechadora. Con más pinchos que un cactus.

Permite hacer amplios giros, mucha muerte y machacar a los contrarios en masa. Una delicia, vamos.

Por otro lado, también hay disponible una especie de… cuchilla, picadora de carne…

La Picadora. Es como una navaja multiusos pero a lo bestia.

Como todo en este juego, la cuchilla múltiple (Crossblade), tiene un aspecto masivo, poco cómodo de llevar, pero, ey, eres Guerra. Ni me quiero imaginar cómo serán los gallumbos… Total, que me despisto, que esta pedazo de hoja sirve para varias cosas: se carga de energía, lo lanzas y vuelve, puedes marcar varios blancos y hacer que la cuchilla reparta estopa indistintamente.

Y la joya de la corona. No es el arma más poderosa, pero es un pistolón sólo para machotes. Pertenece a uno de los hermanos de Guerra, que en el juego lo han llamado Disputa (aquí los jinetes son Guerra, Muerte, Disputa y Furia… y Furia, ejem, está de muy buen ver. Si os molan las dominatrix con látigos, digo. Pena que no le vayan a hacer un videojuego… ). A lo que vamos. El pistolón de Disputa. Grande, tocha, como todas, y con más disparos que las pistolas de las pelis de los setenta.

El pistolón de Disputa, Misericordia

Y así paseas por varios planos o mundos, armado hasta los dientes, encadenado a un demonio, armado hasta los dientes, con tu pedazo de caballo-pesadilla, Furia, y poderes guays para ir haciendo el bandarra y restaurar tu honor. Por el camino te peleas con bichos enormes, y además también les das mandanga a varios puñados de ángeles, cuyo armamento no es menos horrible que el tuyo…

Para muestra, un espadón:

Y este es el espadón que usa Uriel, en su apretadísima armadura que tan bien marca sus curvas… Ejem. Y eso que te quiere matar… Es tan coquetuela…

Esto por lo que respecta a Darksiders, primera parte.

Pero, ¿por qué esos tamaños?, esas bestialidades cumplen la función clara de aparecer como armas definitivas, incuestionables. Armas que, si las lleva tu personaje, es porque él lo vale, y puede machacar a los malos en justa furia. Y porque lo han diseñado japos, claro. Ejem.

En definitiva, en este juego eres Guerra. Y guerra debe llevar un cacharro acorde que de tanto susto como él. A fin de cuentas, eres un nephilim que extinguió a su propia raza, y más grande que un trailer.

Darksiders II

Éramos pocos y el Consejo Abrasado volvió sus ojos hacia Muerte, el hermano de Guerra, que, haciéndoles una linda peineta, decidió ir a purgar el honor de su hermano. Muerte de más mal rollo. Donde Guerra es grande, masivo, con una armadura bestial y piezas gigantescas, el jinete pálido lleva una mascara inexpresiva, su lengua es extremadamente afilada y su sarcasmo épico. Y cómo no, sus armas son guadañas. Dos. Enormes, que, al contrario que en el primer juego, aquí encuentras multitud más que vas cambiando y aumentando de daño.

Hola soy Muerte y el primer paso es reconocerlo

Muerte dispone de un enorme arsenal. Tienes las guadañas como armas principales, y los poderes de combate que puedes evolucionar en un árbol de habilidades, y luego las armas pesadas: desde los guanteletes a los martillos, mazas, gujas y hachas. Todo un arsenal para el amante de las masacres multitudinarias de hordas de enemigos.

Aquí el hacha de la colección primavera-verano Apocalipsis. Porque muerte es un tipo arreglao pero informá

Una vez más, grandes, barrocas, y tremendamente masivas.

Los guanteletes, que te valen para una fiesta como para un paseo por el campo. Es el encanto de los complementos bien escogidos.

Un buen martillo a juego con el funesto naranja homicida de tus ojos realza tu atractivo. No lo dudes.

Y, cómo no, otra estrella venida del anterior juego:

Piedad. El pistolón de los machotes. Ahora a juego con los zapatos.

Efectivamente se recupera el pistolón del otro hermano de Muerte, Disputa. Al parecer es la gemela que la usada en el juego anterior, que era Redención. Esperamos que Disputa se encuentre mejor y deje de perder pistolas tan alegremente, que alguien se puede hacer daño.

Resumen.

Darksiders y Darskiders II son grandes juegos de su género, con sólidos y entretenidos argumentos, personajes más o menos carismáticos, buenas bandas sonoras, una duración muy aceptable, hasta larga, y multitud de enemigos que masacrar alegremente.

Y el armamento es detallado, amplio, muy barroco, en el caso de la segunda entrega, muchísimo más variado, y ayudan mucho a definir a los personajes. De armas masivas a algunas más delicadas que ayudan a crear estrategias de combate distintas en función de los enemigos y escenarios, y muchas de ellas, además, tienen validez estratégica para resolver puzles y obtener tesoros. Una joyita, vamos.

A darle a los juegos. Nos vemos en la próxima.

Espadas «Bastardas» (burradas con filo, guays o no)

Y en plena fiebre que me ha dado por las espadas, ficticias o no, no podía menos que dedicarle una entrada a las burradas más aberrantes, ya sean del cine, las series o los videojuegos (y éstos, especialmente, se llevan la palma…).
En este caso lo voy a agrupar en dos centrándome en películas y videojuegos; y os mostraré aquellos ejemplares que más me han llamado la atención, o en su caso, aberrado.

Capítulo especial merecerán los anime, donde podemos encontrar verdaderas burradas con nombre propio, y que da para un post enterito.

CINE

Outlander

Bueno, llamar espada al pedazo de hierro retorcido que esgrime el protagonista, interpretado por James Clavizel (muy en boga ahora por la serie Person of Interest) es hacerle un favor. Literalmente es un pedazo de hierro retorcido arrancado de una nave y reforjado, pero puesto en perspectiva, actúa como debe: como espadón para tajar al bicho malo de turno. Trasladado al mundo de los vikingos, este viajero de otro planeta adapta su tecnología y se dispone a matar al alien que le persigue con semejante pedazo de metal machacado.

Outlander Sword

Aquí el alien guapo que se enfrenta al alien feo en plena pose «he-manesca», mostrando lo largo y duro de su… arma. «¡Y así se inventa un pararrayos, trogloditas!»

Arturo ven al muro… digooo… Rey Arturo

Vamos, que en una película en plena escena ponno donde por fin el prota moja le griten una desafortunada rima… eso, perdonadme, pero no tiene precio… «¡Arturo, ven al muro…!» le gritan. Qué duro.

Total, que tenemos una peli que es una reinterpretación del mito artúrico, con caballeros sármatas, romanos, sajones, pictos, un Merlín que parece un hippi abrazaárboles pintarrajeado como un mono paranoico, y, como no, una buena aberración espadil, ni siquiera justificada por la historia de la película. Porque, niños y niñas, lo que tenemos en este película no es ni más ni menos que una Excalibur horrorosa (recordad que hablo siempre según mi criterio que es el único que vale, porque soy así de guays). Y os justifico por qué es horrorosa: porque en una época de espadas cortas, donde la forja por esos lares está, históricamente, apenas en pañales, se pasan el mito por el arco del triunfo en un intento evemerista de crear una interpretación propia. Conclusión: esa Excalibur ES UNA PIJADA CROMADA.

+¡¡Y esta es Excalibur!! -Arturo, ¿esa es la de la Dama del Lago? +Nah. De Ebay. No hay presupuesto para la otra. La tipa la vende cara…

Es una pijada cromada, repito. Intolerable, aparatosa, descontextualizada (pese al intento de inscripciones oghamicas, que no pintan nada en un arma forjada por los calibures… sí, de ahí viene el nombre). Y le sienta como a una monja un lanzallamas.

Clive Owen en plena pose interesante y de machote con el arma en la mano… Parece una estampita, oiga… «San Arturo el del muro». No puede negarse su mirada de sensualidad y virilidad artúrica…

Conan, 2011

Que Conan, versión 2011 no es una buena película de Conan, es un hecho. Que es una película de bárbaros donde si no llevara el nombre del cimmerio sería potable en una tarde de domingo y palomitas, también. Pero, ahora, que Jason Momoa, no es pequeño precisamente, y cuando se quita los afeites de Khal Drogo sigue impresionando como el pedazo de bicharraco que está hecho. De ahí que parezca cuando menos ridículo el diseño de las espadas que hicieron para la película. El arma que llevaba el amigo y primer Conan, Schwarzenegger era casi insuperable. Por su tamaño equilibrado para el del actor, el diseño y los detalles. De ahí que cuando uno ve el estropicio enorme, descompensado, que si fuera de verdad estaría más desequilibrado que un bate de plomo que realizaron para esta, pues como que te aberras.

Conan Drogo muy contento de tener su espada entre las manos, pechotes al viento, mientras la moza de turno contempla su… barbaridad…

Y en la siguiente lo ponemos todo en perspectiva:

Conan muy satisfecho mostrando como lleva una en cada mano…

Con esta última imagen podemos ver que, si Momoa no es pequeño de tamaño precisamente, apenas puede cerrar las manos en condiciones sobre los puños de esas cacharras que insisten en llamar espadas. O sea, que algo descompensadas deben de estar.

VIDEOJUEGOS

El mundo de los videojuegos siempre ha ofrecido un inquietante catálogo de muestras de cómo los japoneses sólo supieron diseñar en condiciones las katanas, tan monas y estilizadas. Todo lo demás que se ha podido ver en videojuegos son verdaderas monstruosidades y aberraciones bastardas de la imaginación más desaforada y acomplejada que los nipones han podido parir. Veamos algunos ejemplos.

Soul Calibur

Trasfondo e historias aparte de esta franquicia de videojuegos de lucha con armas, de la compañía Namco, encontramos una serie de espadas que son las protagonistas de los videojuegos, en sus distintas ediciones. Bueno, espadas por ser amables. Si bien la primera Soul Calibur (y su gemela o versión malvada, Soul Edge) muestran una desapasionada y metódica horteridad en su diseño, la cosa empeora. La primera hornada aun guarda las formas; las siguientes son despropósitos que van desde la bestialidad impracticable, a cosas que parecen amebas gigantes, ojos inquietantes incrustados en costras de lava y otras variaciones pesadillescas. Que no, que se quedaron en las katanas. Katanas bonitas…

Soul Calibur (SC5)

He aquí lo que aún conserva las formas como espada… más o menos… Parece una drag queen coronada en forma de espada…

Sc4-soul-calibur

Y esto que parece un arbol de navidad de Swarovski resulta ser también una Soul Calibur, del cuarto videojuego… o eso dicen.

Devil May Cry

Es chulo. Es malote. Mala compañía. Duro. Problemático. Terrible para la cordura y, en ocasiones dan ganas de soltarle una patada en la boca. Y parece tener un serio problema de virilidad a juzgar por los tamaños de todos sus gadgets. Entre ellos, una espada con un diseño más feo que pegarle a un padre, altamente ineficaz, pesado y tocho. Pero da igual, claro, Dante es malote y medio demonio, y chulo, muy muy chulo, con pistolones enormes y la espada ya ni os cuento. No en serio, no os lo cuento. Os lo enseño.

Y aquí podéis ver la espada de Dante ehm… esto… en Dante. Lo mismo le duele un poco al estornudar…

Claro que de un videojuego donde el prota es medio demonio y va matando más demonios, y ganas más armas a cual más horrenda, guitaras eléctricas incluidas, no puedes esperar mucho… Pero es que la espada es un verdadero horror…

Final Fantasy

Bien, tenemos ante nosotros la saga Final Fantasy, pero sólo voy a hablar de dos bastadadas. Concretamente la espada de Cloud, del FFVII y la de Squall, del FFVIII.

Por un lado Cloud, calladito, traumatizado, medio experimental, lioso como él solo… y con un espadazo que parece un ala de avión. Grande, inoperante… vale, es un videojuego, todo vale… pero vamos, no deja de ser un cacharro que te escogorciaría el hombro sólo de intentar esgrimirla. Si eso se puede esgrimir. En todo caso, aporreas…

Cloud, el joven con problemas de expresividad, protagonista del Final Fantasy VII, en su envidiable pose de expresividad y euforia…

Cloud lleva una serie de espadas, que vas consiguiendo a lo largo de este inabarcable juego de rol de horas y hooooras de duración. Las espadas van, obviamente, de mal en peor, con nombres rocambolescos y altamente aberrantes.

Pasemos a Squall. El otro disfuncional, chulillo, interesante y medio emo. Lleva la Lionheart, una espada aberrante, que parece una especie de cuchillo enorme con puño de revólver. Sí, niños y niñas, un revólver. Grande. Enorme. Y uno piensa ¿por dónde se dispara eso? Bueno, a historia de las armas nos ha enseñado que hay algunos ejemplos de esas fusiones, pero ninguna ha llegado a buen puerto… y este videojuego no es una excecpición. Si bien el arma no es excepcionalmente fea, tampoco es una lindeza, y llama la atención por lo poco práctica que es cuando uno se para a pensar en el peso que debe suponer, el poco equilibrio para el disparo y bla, bla, bla.

espada de Squall

La espada de Squall… esto… el híbrido de una noche loca entre un revólver con esteroides y un alfanje algo lijero de… torzales…

Aquí Squall, el prota, en plena pose de Loeral… porque él lo vale. Por Emo. Sino fijaos con qué delicadeza y sensualidad se sujeta la… espada.

Bueno, niños y niñas… hasta aquí el post de hoy. Habrá más. Y desbarraremos el doble. Divertíos. No seáis malos y bla bla bla.

 

Más Armas Futuristas

Dije que retomaría el tema, niños y niñas, y yo soy muy de cumplir mis amenazas.
Porque, claro, de tanto ver cosas en la tele, el ordenador, y demás, (y no me refiero a porno cochino, sino a series, pelis y videos), ya tenía el engranaje de pensar en cosas que había escrito en el blog, y me dije: «Oye, Donser, ¿qué tal si escribes otro post sobre armas futuristas y las comentas, muchacho?»… Y entonces empecé a dejar de hablar yo solo en voz alta, que mi mujer me miraba raro y los gatos como si estuviera sonado. Que ya están acostumbrados, pero es que era tarde.
Total, me respondí mentalmente, (para no preocupar más a los habitantes, humanos y felinos, de la casa que es mi hogar), que vale, que tenía por ahí algunas amenazas sueltas y la de las armas futuristas era una de ellas. Así que, ahí vamos, en plancha.

 Siguiendo con nuestro taller de «Cómo hacer un arma futurista molona en sencillos pasos», vemos el sistema:

Pues yo le añado una carcasa

Al hacer esto, niños y niñas, tenemos interesantes resultados como:

El Quinto Elemento

Donde vemos a un habitual de nuestras entradas, Bruce Willis, poniendo a su vecino a salvo de su propia estupidez con un pedazo de cacharra que parece haber sido diseñado también, al igual que el vestuario, el mismísimo Jean Paul Gaultier (cosa que no descarto con tanto pincho…). En realidad el arma no es más (ahí es nada) que un lanzagranadas WZ 83 Pallad D al que le han añadido dos cargadores laterales de AK, un aro para un pene mandingo con pinchos en la bocacha, un circulito supermono de target en la mira y un soporte para la mano. Y lucecitas. Ante la duda, ponle lucecitas. Nunca te equivocas al tunear con unas lucecitas en un arma, así parezca un árbol de Navidad.
Y así, niños y niñas, es como se pare ¡un ZF-140!

File:5th 02.jpg

-Dame la paaaaaashtaaa +¡Dos hostias bien das, te voy a dar a tí, raspanucas! ¡Que soy el Bruce Willis oxigenao!

No os pongo el arma original porque es poco más que un tubo con gatillo y no tiene gracia ninguna. Ni chistes. Bueno, seguro que sí, pero prefiero pasar a otra.

Firefly

Ingredientes para molar en un western espacial mítico: Un revólver corriente y moliente. Del montón, vamos. Unas cuantas chapas. Un cañón hexagonal. Más chapitas y tubitos. Pinturas para envejecer. Una funda de revólver largo, mínimo de seis pulgadas. Un Nathan Fillion.

Resultado

Pasamos de esto:

File:Taurus85.jpg

Obsérvese la falta de carácter el chisme…

Un revólver sosaina, pequeñajo, una birria, vamos, que no destacaría ni entre bastoncitos de caramelo en Navidad…

A esto:

File:MalGun1.jpg

El regio y macarra Mal’ Gun

Podéis ver los ennoblecedores envejecidos, la culata de revólver clásico, las chapitas bien puestas para que parezca más mejor… vamos, que así da gusto.

Terminator 2

Había una vez un arma más fea que pegarle a un padre con un calcetín sucio. Es grandota, aparatosa, poco práctica, amedrentadora, eso no podemos negarlo, y algo más coñazo que los anuncios de Youtube. Os hablo de la Cálico M960. He aquí el bicho en cuestión.

File:CalicoM950.jpg

Aquí donde la veis, este cacharro es inoperante y poco práctico. También puede servir de muleta.

Pero, ¿qué pasa si la forramos de carcasas guachins? ¡¡Que obtenemos armas futuristas, señora!!

Ejemplos:

Carcasas forevah. Y así, niños y niñas, se puede ir a cazar humanos al futuro…

Resultado, un vistoso Rifle de Plasma 95A1 Westinghouse, que debería haber en todos los hogares.
Pero no acaban aquí los ejemplos de cómo tunear adecuadamente una Cálico horrorosa.

Las Crónicas de Riddick

Aquí también encontramos el mismo modelo de Cálico con una carcasa reshulona, en las entrañas de Crematoria, ese planeta prisión, que es como Málaga con terral en verano, por el día y Oslo en invierno de noche con rasquilla del norte. Pero en chungo.

-Hoy en Art Attack, niños y niñas, haremos una carcasa para un arma. +Jordi, que te has vuelto a liar. Anda rectifica… -¡Jamás!

Y así, niños y niñas, encontramos usos guachis a un montón de resina, aluminio y pintura. Ponerle carcasas a todo tipo de armas para que parezcan bichos más importantes y modernetes. Dentro de poco los hipsters también se pondrán carcasas. Para parecer más modernos.

 Inventadas del todo

Porque ¿a qué viene eso de ceñirse a la lógica? No dejemos que la tiranía de lo lógico y esperable o incluso lo operante y práctico nos fastidie un arma más grande, más tocha, más impresionante…

Y de ahí sacamos aberraciones como la que aparece en la película Doom, y que cae en manos de Dwayne «The Rock» Jhonson:
La Big Fucking Gun. (Arma Jodidamente Grande).

Doom

The Rock con cara de concentración: «trincar arma, no manchar pantalones, matar cosas. Espero no liarme…»

Veamos el tamaño real del arma de las manos de este actor ante cuya sonrisa nadie puede decir que no…

Aquí The Rock con el remedio perfecto para los vendedores puerta a puerta… si no se jiñan ante el tamaño del cacharro, no hace falta dispararlo: con tirárselo encima mueren por aplastamiento… Pero es que a The Rock le queda tan natural…

 

Eraser

Cuando creías que un espadón en manos de Arnold Schwartzenegger molaba, con sus pintacas de Conan, vas y te encuentras una peli que, buena, buena, no es, pero al menos entretiene con su acción noventera. Eraser. Una película en la que guión aparte (risas del público), te encuentras un prototipo de arma tocha con la que los malos malotes quieren destruir cosas. Y a gentes. Y seguramente también a gatitos y cachorritos de pandas adorables.

La EM-1 Railgun.

File:Eraserrailgun.jpg

En serio, no hay por dónde cogerla. Es como una batidora hecha con piezas de una moto…

Porque, en serio, podríamos analizar las cosas que vemos, las pintas de taladro, pistola de clavos, el contrachapado, la culata cutre o los palotes que se suponen son cargadores y grips, pero… ehm… ¿Alguien más cree que esto parece una aberración fabricada en una chatarrería? A ver, que con CGI todo queda bonito. Le pones haces de luz y, hale, arma que te crió, pero… ehm… en fin, esto parece una pesadilla tecnológica emanada de Akira…

Men In Black

Pero no hace falta inventarse un arma enorme para que sea moderna y peligrosa. Y la máxima expresión de ello es… el temible y tremebundo «Grillo Ruidoso» de Men in Black.

Y con esto, amigo mío, juegas a la psicología inversa con la virilidad. Y te apañas.

Ahí tenemos ese cacharrito, que hace cri-cri, y boquetes del tamaño de un camión pequeño. Y también a camiones pequeños. Además de tener un retroceso comparable a Hulk lanzando una bola de petanca. Al planeta de al lado.

Pero no todo son armas de fuego, esta vez…

No, niños y niñas, ávidos lectores… No todo son armas de fuego. Las armas de filo también tienen un sitio en las pelis futuristas. ¿Cómo hacer un arma, espada o cuchillo, futurista?

Bueno, veamos unos ejemplos…

Las Crónicas de Riddick

Pues podemos coger unos cuchillos, y darle una forma rara… por ejemplo, curva. Pero no curva en plan cimitarra, una gumia, sica o una jambia… no… curvos de verdad. Así, que de grimita verlos. Que se sepa que quien lleva ese chisme no sólo sabe usarlo, sino que además es un tipo chungo.

Que para pelar patatas, lo mismo no… pero… bueno, ¿a alguien más le parece que se han derretido y caido para adelante… ?

O, también, puedes pasarte de barroco…

El cuchillo del Lord Mariscal, aquel que ha visto el Subuniverso… y tampoco encontró allí la pareja de los calcetines…

 

También tenemos cuchillos divertidos en futuros distópicos y ucrónicos…

Priest

Donde Paul Bettany, haciendo de Sacerdote trinchador de vampiros, con una cruz estampada en toda la frente, así, en plan discreto, se ata los machos, manda al carajo a la curia y se va a destripar chupasangres. Es una especie de superhéroe atormentado con una moto que tiene el reactor de un avión. Que digo yo que si le enchufas la aspiradora te limpia la casa y te arranca las paredes.

Total, que para ir a escamochar colmilludos, lo mejor, aparte de unos shuriken chachins que se lanzan a cámara lenta y se aporrean a patadas en el aire (sólo apto para aquellos que tienen chulería + 10), se pilla la mejor herramienta posible. Y uno piensa: un lanzallamas, napalm, segadoras de margaritas, un escopetón como un demonio, una gatling… nah. Debiluchos todos. Un cuchillo. Y punto.
Eso es niños y niñas, una cacharra cromada de doble filo y pintas chungas de poder destripar a un pavo sólo mirándolo.

El trinchavampiros 5000. Si lo compra ahora se lo mandamos con unas pantuflas con forma de cabeza de vampiro. Anunciado en Televisión.

Machacador, violento y extrañamente parecido al cuchillo táctico Doble Shadow, sólo tienes que cambiarle el puño, ponerle uno de metal, pulido pero sin cromar,  y ya das sustito para rato. Así están los Sacerdotes: motivaos y listos para destruirlo todo…

Ultraviolet

Que digo yo, que al menos el pincho que lleva Bettany en Priest es mono. Es un trinchate enorme, pero es estético. Pero lo que hacen en Ultraviolet… Cogen una buena idea y lo convierten en una aberración futurística distópica. O sea, algo funcional y usable, y lo convierten en algo que parece un abanico cerrado con inscripciones en «taihindi», punta cuadrada y mango chungo…

¿Alguien más piensa que parece que va a abrir un abanico un poco exagerado…?

Que la peli, buena, lo que se dice buena, no es, y el guión lo escribió un mono con máquina de escribir poco inspirado, pero la regla esa con filo no tiene perdón del friki adorador de armas…

 

Bueno, creo que por hoy hemos tenido bastante.
Si se os ocurre algún otra arma con carcasa o pincho favorito futurístico, no dudéis en dejarlo en los comentarios.
¡Saludos a todos, niños y niñas, y a trincharlo bien!

Cara a cara (ahora con espadas)

Sí, bueno, me ha dado por las espadas. Pero es mi blog y me lo f… fulmino… fusilo… fondendoscopio como quiero.

Volveré a las de fuego, por supuesto. Y más si me dais ideas sobre el asunto (esta noche, en «Si cuela, cuela…«.

La cuestión es que uno piensa a veces (pero solo a veces, no os preocupéis demasiado, ya se me pasará), y recuerda esos grandes duelos de espadachines que hay en el cine. Bueno sí, esos duelos interminables, porque se esforzaban más en entrechocar las espadas que en pegar un buen tajo al contrario y meterle un palmo de acero en las tripas. Que hay que dar espectáculo.
De ahí la llamada «esgrima de teatro» que tanto se usa en el cine.
Pero ello ha dado grandes duelos inolvidables, que son el summum de la esgrima de teatro, que nos hacen mirar con ojos tiernos cualquier palitroque y enzarzarnos a palos con algo, cada vez que vamos al campo. O, peor y más friki: apuntarnos a cualquier clase de kendo, kenjutsu, esgrima o esgrima antigua. Que hay de todo en la viña del frikismo.

Pero hoy vengo a reflejar esos grandes duelos de las pelis de hoy y de siempre. Venga, que nos vamos a divertir.

LOS DUELISTAS

Como no, empezamos con una peli que ya habla de duelos. Una obra maestra de Ridley Scott, perfectamente recreada, con asesores de esgrima especialistas en la del XIX, en plena época napoleónica.

Los duelistas es la tierna historia de dos cabezones que se empeñan una y otra vez en batirse en duelo a punto de nieve. Se dan candela de todas las formas que se les ocurre, pero los duelos de sable y espada son una belleza. Son técnicos, pero prácticos. No van a entrechocar espadas: van a pincharse y tajarse. Se escabechan a gusto, y varias veces, además. Pero los duelos valen la pena. Son míticos. Ambos dos actores, Kleitel y  Carradine (Keith, no el saltamontes, David), están inmensos con sus trencitas de húsares y sus uniformes napoleónicos.

Vale la pena verlos en acción, espadazo va, espadazo viene, tiros, cargas de húsares uno contra uno y sablazos. Una joya.

-Señor, exijo satisfacción. +Ehm… bueeeeeno, si nos ponemos a trincharnos, nos ponemos (se pelean estos dos más que un matrimonio)

LAS AMISTADES PELIGROSAS

Una película de época sobre seducción, gente retorcida, muy retorcida, inocencia y nobles aburridos. No os agobio con el argumento donjuanesco. Pero cabe destacar el duelo final entre Valmont (un más que solvente John Malkovich) y Danency (un joven y ya inexpresivo, pero también solvente Keanu Reeves).

Es un duelo donde muestran el cansancio, que la técninca no siempre impera, y que lo que prima es pinchar al otro. Y que saldrás pinchado, claro. Estos dos personajes se trinchan a gusto, dan traspiés, se revuelcan en la nieve. Los duelos no son bonitos ni limpios. Se tajan que da gusto, hasta que uno de ellos recibe el palmo de acero en el cuerpo.

«Y aquí, trinchado como un pavo, yazgo, con mi peluca y mi florete… No lo olvides, Neo… eres el elegido…»

 

Ambos contrincantes acaban como un colador, y tú te imaginas todo el cansancio (los floretes, aunque ligeros, pesan al cabo de un rato de mantener la guardia), el dolor de los pinchazos, y la adrenalina. Que sí, que se redime, y se arrepiente y toda la historia, pero te tiras todo el duelo pendiente de estos dos mastuerzos dándose cariño.

ROB ROY

Pocos duelos llaman tanto la atención como el de Rob Roy. O sea, de un lado tenemos a un escocés enorme, Liam Neeson, que siempre parece medio desmadejado, con los pies demasiado grandes y los brazos colganderos. En esta ocasión interpreta a Rob Roy McGregor, más escocés que los kilt, y portando una espada escocesa afarolada, grande como una viga.

Luego tenemos al malo malísimo, interpretado por un magnífico Tim Roth, que al lado del gigantón Neeson parece casi de juguete. Eso, unido a su excelente interpretación de malo malísimo que te dan ganas de tirarlo por el tajo de Ronda varias veces y contar las que rebota. Va con una ropera francesa, con su pelucón endemoniado y casaca dieciochesca, tan pulcro y malvado, al contrario que el bueno y honorable a la par que guarro de Rob Roy.

Y vedlo, cómo hay duelo tanto de egos, miradas y espadas. Roth se muestra técnico a la par que cabrito. Con una mirada que dice «nene, lo estoy disfrutando». Taja a contragolpe, finta y busca la carne del escocés de forma bastante efectiva poco teatrera, para lo que hay por ahí suelto. McGregor se agobia, se cisca en sus muertos, recibe tajos a diestro y siniestro… hasta que se hace el escocés, trinca la hoja del otro, y le da las suyas y las de un bombero, metiéndole un tajo que le abre el pecho. Sin adornos ni florituras. La espada reducida a un machete largo y efectiva. Aquí lo que cuenta es matar, hoyga, y el escocés lo hace, escabechando a Roth y mirando en derredor pidiendo otro voluntario.

Tú fíate de un escocés y no corras…

 MÁS FUERTE QUE SU DESTINO (DANGEROUS BEAUTY)

Ya ahora diréis, «vaya, Donser ya se nos está poniendo tierno»… Pues os aguantáis. Es decir, os voy a hablar de un duelo que vale la pena. Entre dos cortesanos. Verónica Franco, interpretada por Catherine «Madrequebuenaestá» McCormack es una cortesana veneciana (la peli está basada en un libro basado en los diarios de Verónica Franco, que existió de verdad), y Maffio Venier (interpretado por un Oliver Platt siempre tremendo secundario, pero con personalidad), un cortesano venido a menos con más mala baba que un chihuahua en una guardería.

Llegado cierto punto de la peli, Maffio, borracho como un perro, empieza a dejarse llevar por la envidia que le corroe por los «éxitos» de Verónica (es lo que tiene ser tan buena cortesana… y poetisa, claro), y empieza a dar calor.

«Y brindo por tus bragas, Verónica…»

Total que la cosa se desmadra, le pega un espadazo a un libro, y la Franco, que tiene poca paciencia y muchos redaños trinca una espada ropera veneciana y le pincha el culo. Y entonces, empieza un bonito duelo a espada y verso en los jardines, ante los hombres más poderosos de Venecia. No está versada en ello, y es torpe y precipitada, pero los lances son divertidos, los versos insultantes y se gastan no poca mala baba.

No os he econtrado el vídeo, así que a pillar la peli toca.

-«Yo salvo a las mujeres venecianas de la extorsión de la lujuria humana» -dice la Franco-. Y si te puedo pinchar un huevo, te lo pincho, borrachuzo. (La última parte sólo la pensó, pero todos lo sabemos).

Lo cierto es que ella pelea a lo marinero, o sea, pinchando y tajando sin mucha técnica, pero lo justo como para saberse las paradas y salvar la cara. Y madre mía si la salva.

Que os veáis la peli. Leñe. Que vale la pena. Fiaos de mí. Es una orden.

LA PRINCESA PROMETIDA

Muchos lo consideran uno de los mejores duelos del cine. Para mi gusto es muy teatrero, pero muy divertido a la vez. El momento en que Íñigo Montoya desafía al pirata Roberts (Westley) y la conversación técnica de esgrima entre ambos (Capo Ferro, Agrippa…) es una pequeña joya. Ambos pelean a espada ropera y el duelo en sí es todo un homenaje a Errol Flynn y las películas clásicas de piratas y espadachines como Robin Hood, el Capitan Blood o Scaramouche. 

Es un duelo disfrutable de principio a fin, con dos espadachines entregados, pero que si os fijáis no buscan tajar al otro, sino entrechocar espadas: eso es esgrima de teatro. Pero divertidísimo oyes. Y ya el final en que Montoya encuentra a «Seisdedos» y suelta su parrafada, es magnífica. Forma parte de la historia del cine. Y ese duelo en particular tiene un poquito más de mala leche, inquina, colmillo retorcido y un delicioso final.

Realmente uno disfruta ese último duelo, la parquedad de movimientos, más eficaces, de Íñigo, con sus paradas y la muerte del malo, que casca con un buen tercio de hoja haciéndole compañía al páncreas. En definitiva, mejor el segundo que el primero. Aunque éste me picó para investigar sobre la esgrima, la verdad. Así averiguas que los estilos que mencionan existen, aunque están «desordenados», pero eso es otra historia… y hay que disfrutar viendo estos duelos.

Llegamos al tramo final. Ahora voy a consignar dos de los que yo considero de los mejores duelos de espada en el cine.

Uno por su teatralidad y el otro por la intensidad. Aclaro que iba a  poner algo de Star Wars, pero creo que lo voy a dejar para un post propio, porque tiene tela de por sí. Porque es muy muy friki y tiene para rato.

Con el número dos, y precioso de por sí, y preciosista, insultante, divertido e irrepetible: «Balada del duelo que en tono perverso, el señor de Bergerac tuvo con un cretino. Primer capítulo».

CYRANO DE BERGERAC

¡Qué os voy a contar! Duelo en verso, con insultos, tajos, pinchazos, un Cyrano intepretado por un genial, magnifico y de todo Gerard Depardieu, que machaca moral y esgrimísticamente a vizconde Valvert (Philippe Volter).

Tiene de todo: saltos, aprovechamiento del terreno, provocación del enemigo, fintas, bordones, espacio entre enemigos, insultos… Es una joya, además de que la arrasadora presencia de Depardieu preside el duelo donde no sabes si las espadas roperas que usan son más peligrosas que su puñetera lengua afilada.

El final del duelo, una vez acabada la tanda de insultos, es lo más realista. Apenas cinco intercambios de ataques y un pinchazo en todas las tripas, sucio, sin adornos, ni tajos, ni filigranas. Y un Valvert que cae despanzurrado, gente corriendo y la guardia al trote en una Francia oscura y sucia.

Y, con el número uno (redoble de tambores): un duelo de verdad, el de El Desafío.

EL DESAFÍO (BY THE SWORD)

Es una cinta (jeje, he dicho «cinta», como los entendidos y pretenciosos que escriben en Filmaffinity… 😛 ) casi olvidada de 1991. La primera vez que la vi fue en un autobús, camino a una excursión, cuando aún era un aprendiz de sociópata. Y me encantó. Es una peli que ahonda en la oscuridad, en la esgrima deportiva, en los problemas sin solucionar, y que tiene un duelo doloroso, puñetero y, aunque un poco teatrero, es de los que más me gustan. Es mi blog y me lo frunjo como quiero.

Os pongo en antecedentes: Max Suba (F. Murray Abraham, que está increíble) es un aspirante a profesor de esgrima, hijo de uno de los grandes. La cosa es familiar. Eric Roberts interpreta a Alexander Villard, cuyo padre fue muerto por Suba, y éste, al principio de la peli, acaba de salir de la trena. Vamos que es un duelo heredado, de padre a hijo. Culebrón.
Las espadas, una humilde deportiva de cazoleta y la de Villard una preciosa punta negra y cazoleta dorada y labrada, funcionan tremendamente bien, resaltando la flexibilidad de ambas hojas, la diferencia de los estilos, y usando igualmente el espacio, con estocadas largas y profundas; mostrando además cansancio y dolor. Un duelo de los que hacen época, pero casi olvidado en el cine. Pero no solo estocadas. También lanzan patadas, codazos, golpes con el pomo… y toda la rabia del mundo. Tanta que al final pierden las formas, la técnica y el cerebro y empiezan a darse mandoblazos.

Es un duelo significativo, duro, agotador tanto físico como emocionalmente para los personajes y el espectador. Y me encanta.

Y hasta aquí por hoy. ¿Cuáles son vuestros duelos favoritos? Del post o fuera de él…

BONUS TRACK

Porque, como enamorado de la esgrima, no puedo menos que referenciar una pequeña joya dentro de una película polaca, raruna e insufrible. Una peli polaca sobre la lucha de los Tres Zares… y ¡sale Ramón Langa! Flipad, nenes, que, aunque no sea un duelo en sí, sienta las bases de la esgrima española para los duelos, la Destreza Verdadera, espada y daga, mala leche y estocadas maestras… ¡Malditos españoles…!

jejejeje

Juerga de Espadas

Porque las espadas también existen, claro.

Hola gente. Sigo escribiendo. Mwahahaha. Sí, es una amenaza. Hala, a sufrir.

A lo que iba: varío el tema. Vamos a hablar, niños y niñas, de otro género de armas, que no son las de fuego: las armas de filo. En este caso, espadas. ¡ESPADAS! Porque no todo son armas de fuego. Aquí no discriminamos: disfrutamos por igual.
Esas armas, esos enormes pinchos con los que soñábamos de enanos, campeando por ahí con palos, han estimulado nuestra imaginación desde que quisimos enfrentarnos a dragones y explorar mazmorras (sutil, ¿verdad?).
Así que pasamos al post: Espadas con nombre. Con nombre propio, o muy fácilmente identificables por el cinéfilo tragapelis que somos.

A lo que nos ocupa, pues. Aquellas espadas que por sí son una parte importante del argumento de la película, que tiene nombre propio o que son un elemento fundamental, marcando al personaje y lo que hace. Y que pinche. Sobre todo que pinche.

EXCALIBUR (1980)

Pocas espadas son más conocidas que la espada de los Calibures, Excalibur. Ya sabéis, ese pedazo de cacharro que la Dama del Lago tenía guardado en… el lago… La verdad es que el mito de la espada de Arturo nunca pasa de moda, ciertamente, y hay bastantes adaptaciones, muchas de ellas infames, del tema. Pero aquí nos remitimos a lo auténtico, a lo true, a lo de verdad. No a la pijada cromada de la peli Rey Arturo, un insultante cacharro enorme y descontextualizado, no. Nos referimos a lo auténtico: Excalibur de 1980.

Aquel que saque la espada de esta piedra, sin cegarse por el foco verde, será rey de tooooda Inglaterra. Aunque tenga cara de lerdete.

Ese espadón cromado, en una peli donde los focos verdes estaban de saldo, que nos dio a conocer a toda una generación el Carmina Burana, y que los hombres de verdad lo hacen con la armadura puesta. Y que hacia el final, las pelis de los 80 siempre se desmadran.

 

-¿Y yo? -¡Que no, Clive, tú no! ¡Arturo malo! ¡Ande me vas con las pintas de turista en Eurodisney, home!

 

LA KATANA DE LA NOVIA, DE HATTORI HANZO. KILL BILL

Esta bella katana por la que el personaje de la novia, interpretado por una fúnebre, vengativa y bestiaja Uma Thurman, viaja a Japón, a pedírsela nada menos que al mítico Hattori Hanzo, es parte interesada e interesante del argumento de esta película homenaje a las de acción y artes marciales de los 70, salida de los escabrosos pensamientos retorcidos de nuestro querido Tarantino.

Con ella mata a los 88 Maníacos, y la lía parda, generando litros y litros de sangre, hasta el punto de que lo deja todo perdido, como en la tomatina, pero con miembros cercenados y volando por ahí.
Claro que la buena mujer tiene sus motivos. De peso.

No será de Albacete, pero sus huro que este pincho sus va a cortá en juliana… Prima hermana del Ginsu…

Y vaya si usa el pincho… No deja títere (ni a Lucy Liu) sin cabeza. Una katana clásica, bonita, pulida y sin cromar, con la que Uma Thurman se despacha a gusto. Un arma con personalidad propia. Más que la de los secundarios, desde luego.

LA KATANA MATAVAMPIROS DE BLADE: DAYWALKER

Blade, ese perenne enfurruñado bastardete de vampiro y humana, con la fuerza de un caballo percherón, la mala leche de un negro del Ghetto y la habilidad de chulearle hasta a su sombra. Malote, matavampiros, medio McGuyver y trapicheante como pocos. Tiene su mega katana futurística de doble filo y puño de sable láser, con sistema antirrobo trinchante, llamada Daywalker. Una espada vendida a espuertas en las tiendas frikis, con la que todos nos preguntamos de dónde sacaba el medio metro de brazo extra para desenvainarla alegremente desde la espalda, así sin que costara.

La susodicha haciendo boquetes para tacos del 7. Quién quiere un taladro cuando tiene una Daywalker… Deberían anunciarlo en la teletienda…

 

LA ESPADA SALVAJE DE CONAN (que no la del padre)

Conan el cimmerio. Ese enorme mal bicho de cabellos negros y ojos azul volcánico creado por Robert E. Howard y sus sueños que no vamos a cuestionar, con hombres musculosos en taparrabos, y perfectamente interpretado por Arnie «Chuache» Schwartzenegger, un rubiales y de ojos oscuros, con acento endiabladamente austriaco. Jamás un varias veces Mister Olympia interpretó un papel que marcara tanto a una generación.
Y su espada se hizo mítica. No la que saca el padre, la de la calavera chunga, que le roban al principio de la peli, no, sino el pedazo de hierrajo que saca y con la que hace la mítica kata a orillas del mar en Almería. Una espada con personalidad propia y que lo confirma como Conan. Grande. Tocha. Ancha. Pesada. Que cuando ves en vivo parece una viga del 7 para sujetar un techo.

Conan en toda su expresividad. Es mejor que cuando sonríe, que parece que te va a dar un bocao. Y qué pedazo de hierro que lleva el home, que al actor que iban a seleccionar antes le quedaba grande…

Este es un Conan (se siente por Jason «Khal Drogo» Momoa), con un arma a su altura, o más bien su tamaño. Un espadón de un rey muerto, con sus inscripciones chungas, su mango supletorio en el revoque de la hoja (esa parte con metal dentro del propio filo) con el que también posa en varios carteles de la peli, y con la que la lía parda en el spa ese de Thulsa Doom. Pues, ¿quién quiere vivir para siempre?

(Espacio patrocinado por «Vote Conan», la mejor opción política… Y lo sabes. Total, para saquear un país, contrate a un profesional)

¡Vota A Conan!

¡Vota A Conan!

 

 LA KATANA DE RAMÍREZ, LOS INMORTALES

Pocas espadas han sido más imitadas (hasta que salió El Señor de los Anillos), que la katana de Ramírez, que luego llevó Connor McLeod y la réplica de su primo lejano Duncan, en la serie (mismo clan, distinta cosecha, decía el tío). Una katana japonesa forjado por el Hechicero Nakano, llevada por un español nacido en Egipto, llamado Juan Sánchez de Villa-Lobos Ramírez, interpretado por un escocés, (Sean Connery), y que luego usa un escocés, interpretado por un francoestadounidense. Y no explota, oyes. ¿Coherencia? ¡Pero quién quiere coherencia cuando hay cabezas que cortar! ¡No me seáis tiquismiquis!

Hablemos de la espada, que además es un señor pincho forjado y reforjado, sin vaina (síii, ya sé que se llama saya, pero no estamos aquí para ponernos estrictos. Sólo tenéis que leer el párrafo anterior… ) es una de las míticas Masamune. Con un mango labrado y con cabeza de dragón. Y además suelta chispitas cuando choca con otra espada de otro inmortal. Esa espada molaba por sí misma, casi con más personalidad que el Lambert, y una gemela portada por el priiiimo, Duncan, otro escocés, interpretado, a la sazón, por un británico de pura cepa. Y, mientras os cae la cordura por la oreja, disfrutad de la foto de esa mítica espada que define al más mítico de los inmortales, que fue el último inmortal tres veces.

-Y con este pincho que te juro por el Lago Ness de mi escocia no natal (ejem), forjado en Toledo por un japonés, te nombro Mister Cuello Sajable 1589. Ea. A chorrarla. A ver si te hacemos un home sin esa cara de espanto que me llevas…

Bueno. De inconsistencias también vive el hombre. ¡Pero mirad qué espada! Da igual que pareciera tanto en la peli como en la serie que se la sacaba del sobaco: si empuñabas ese pincho, eras el bueno, eras poderoso, eras, eras… Casi tan guay como Sean Connery, ¡por el amor de Bond! Ah, sí, y también la lleva Lambert. Pero no le queda igual de bien.

ANDÚRIL, PORTADA POR ARAGORN HIJO DE BLABLABLA, EL SEÑOR DE LOS ANILLOS

Porque, reconozcámoslo, niños y niñas, pocos espadones se han vendido más (relevando a la katana del amigo Ramírez, de venta en todas las tiendas de souvenirs, de Japón a Escandinavia, de España a Vladivostok) que Andúril. Semejante joya de la forja actual, que se pasa un poco por el forro la descripción de Tolkien, pero que queda vistosa y molona como pocas. Ese pedazo de metal que confirma la virilidad de Aragorn, que se la saca delante del futuro suegro, ahí, en la intimidad de la tienda, (a destiempo, según los libros, ¡pero qué bien queda, señora!), y que lleva desenvainada el resto de la peli, ahí, a pelo, como los machotes de verdad, enseñando todo el metal e intimidando a corsarios, orcos, fantasmas y más orcos todavía. La espada que volvió a ser forjada de los fragmentos de Narsil es a Aragorn lo que Excalibur a Arturo. Pero sin pijadas de Damas del Lago. Aquí a lo true. Con elfos demostrando que saben lo que es forjar con chispitas y sin miedo a quemarse.

Una espada, en definitiva, mítica, tremenda, pulida (gracias a los dioses, no está cromada), y que todo buen friki digno de ese nombre tiene o desea tener en casa. Porque nunca se sabe cuándo te pueden venir orcos, Testigos de Jehová, vendedores de Ono o recolectores de firmas.

-Me la desenvaino ante tí, papuchi. +Aragorn, no hagas sangre. Demasiao que acepto que mi hija se ha fijado en un roñoso como tú, por mucho linaje que tengas. Guarro, que eres un guarro. -Pero tengo la Andúril mazo grande y dura. +Tú sigue, que tenemos pelotera, tú sigue. -Ya paro, pápa. +Lo mato. ¡Manwë, dame paciencia…! (Conversiación apócrifa pero sensata de lo que habría pasado a colación de la entrega del pincho)

Andúril, Llama del Oeste es crucial en la trama, pues confirma a Aragorn, bla, bla, bla, y se le reconoce como Rey de Gondor y aledaños gracias al peazo de hierro en cuestión. Y que ya se puede calzar a Arwen sin que Elrond pueda decir nada. Porque ya es rey.

EL SABLE DOBLE DE DARTH MAUL, STAR WARS EPISODE I

Parafraseando a Síndrome en Los Increíbles: «¡Es más grande!, ¡es más malo!».

Sí, niños y niñas, vamos a hablar de un sable de luz. Que también son espadas. Porque me apetece. Porque lo merece.
Para dar un giro de tuerca a los Sith, a los malos malosos y malotes de la saga Star Wars, Lucas tenía que hacer algo más allá de un sable de luz rojo y chungo: ¡DOS! Pero fue más allá: ¡DOS EN UNO, OIGA!

Darth Maul, un sith no especialmente inteligente según las novelas, tiene una de las armas más chungas del universo Star Wars. Este zabrak de piel roja y tatus negros, cuernitos en la cabeza y cara de lunes eterno, porta el chunguísimo, malote, largo, rojo y peligroso sable de luz doble (aunque ni de lejos fue el primero en usarlo: hay mucha literatura sobre el tema), sí es remarcable porque… ehm… porque… esto… porque sale en la peli, qué narices.

Semejante bicharraco de luz pone en jaque a Qui-Gon Jinn y a al mismísimo Obi Wan. Tiene alcance, es usado por un maestro del estilo más chungo de esgrima (sí, los frikis adoramos los datos, y, como no, se han desarrollado escuelas de esgrima con sable de luz), y es capaz de defender, atacar, hacer molinetes, y más cuando lo maneja un virtuoso de los palos en movimiento como el actor que encarna a Maul, Ray Park. Vamos, que ves ese sable y dices: tío, tú eres malo. Eres muuuyyy malo. Pero tela. Porque solo alguien muy, muy malo lleva un cacharro tan grande, que gasta tantas pilas, con doble hoja roja y lo enciende dramáticamente como nadie.

Porque soy malote, porque yo lo valgo, aunque no tenga pelo. Dos mejor que uno. Me lo dicen mucho.

Bueno, niños y niñas. Hasta aquí por hoy, que ya es bastante.

Por supuesto, se aceptan comentarios y colaboraciones: ¿se os ocurre alguna otra espada o espadón que sea representativa de un personaje? Algo grande, o no. Hortera, o no. Con nombre, o… bueno, ya sabéis.

Dejad un comentario, que no cuesta nada, y hablemos de espadas, que siempre mola.

¡Hasta el próximo post, pequeños padawanes! ¡Sed buenos! (O no… 😉 )